domingo, 10 de octubre de 2010

La historia de mi botón:

Una cosa tan sencilla como un botón aguarda muchas cosas interesantes como por ejemplo: historias muy antiguas con unos protagonistas sorprendentes. Y ahora vamos a lo importante: Mi botón.

Mi botón aguarda una historia larga y con un personaje muy interesante; Mi abuela. Todo empezó cuando un fin de semana del verano pasado, me quedé a dormir en casa de mis abuelos, me acosté pronto, pues estaba muerta de sueño y a la mañana siguiente cuando desperté y puse los pies en el suelo algo me llamó la atención era rojo, pequeño y redondo; un botón.

Enseguida fui a contárselo a mi abuela y le dije que si había perdido algún botón pero ella me dijo una cosa totalmente distinta a la respuesta que yo esperaba, esto fue lo que me dijo: ¿Ves este pequeño botón?, pues detrás hay una historia. Pero antes de contar la pequeña historia de mi abuela, voy a contar como es y era de joven mi abuela.

Mi abuela es una persona de buenos sentimientos, amable, y muy educada, cosa que a conservado desde joven, también tiene un poco de carácter, pero tiene un gran corazón. Se llama Carmen es muy alta, robusta, tiene el pelo claro, ojos azules con gafas y una dulce sonrisa. Es muy divertida y siempre desde joven y aún todavía ha sido muy trabajadora, ya que desde muy pequeña ha trabajado en el campo, pasando calor, frio, hambre cansancio y mucho, mucho esfuerzo pero siempre con grandes resultados. Y ahora volvemos a lo importante. La historia de mi abuela.

Cuenta mi abuela que una mañana de frio, cuando se dirigía a trabajar, a las 4 de la mañana, casi no se sentía las manos y los pies del frio que hacia, estaba titiritando. Mi abuela creía que ese era el fin de su vida, ya que hacia un frio des normal y solo llevaba una rebeca de hilo y muy deteriorada.

Casi no se podía mover y de pronto mi abuela se percató de una cosa, era una figura, parecía un hombre, cada vez se acercaba más y mas a mi abuela, ella se creía que estaba alucinando. Efectivamente era un hombre, se acercó a ella y empezó a hablarle. Estas fueron sus palabras:

- Hola pequeña ¿Qué te pasa? ¿Tienes frio? Mi abuela hizo un esfuerzo por contestar pero lo único que pudo decir fue: - Si y mucho. Este extraño hombre sin pensárselo dos veces, se quitó la chaqueta que llevaba y se la puso por encima a mi abuela. Era una chaqueta grande y muy muy calentita. El hombre se despidió diciendo: Cuídate chica y se marchó. Aquello fue como un milagro para mi abuela, ya que le salvó la vida. Jamás volvió a ver a aquel hombre de aspecto humilde.

Cuando mi abuela terminó de contarme la historia, yo me pregunté que tenía todo eso que ver con el botón que yo me acababa de encontrar. Mi abuela me miro i me dijo: Y este botón que te acabas de encontrar es lo único que me queda de aquella chaqueta, que me salvó la vida. Y esta es la penosa historia de mi abuela, que se esconde detrás de este pequeño botón. Y con eso me despido ¡Hasta la semana que viene! Adiós

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